VENTAJAS DE APLICAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LAS AULAS
El objetivo de este post no es definir qué es la inteligencia emocional que ya hemos estudiado en el curso sino centrarnos en los hábitos de las personas con un alto coeficiente emocional. De este modo, podremos ver las cualidades que podrían alcanzar nuestros estudiantes y las ventajas que tendría incluir la inteligencia emocional en el ámbito educativo.
Los sentimientos y emociones en nuestra vida cotidiana juegan un papel relevante en decisiones importantes de nuestra vida. Influyen en nuestros éxitos o fracasos así como en los cambios que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Así, podemos afirmar que las emociones dirigen nuestras decisiones y todo esto ocurre sin ser realmente conscientes de ello.
Por lo general, a las personas les cuesta tratar temas abstractos y el campo de los sentimientos es uno de ellos. No es fácil mirarse a sí mismo y llegar a conocerse. Identificar las emociones y sentimientos y ser capaz de expresarlos en palabras es una tarea ardua. Si se trata de un asunto complejo en el mundo de los adultos, imaginémonos en los adolescentes. Sin duda alguna, es un campo poco explorado y consideramos que podría resultar interesante y provechoso ser capaces de potenciar el reconocimiento y control de estas emociones. De esta manera, sería beneficioso llevarlo a la práctica en las escuelas con el fin de aprender desde pequeños a hablar de sentimientos y emociones, lo que nos conduce a llegar a conocernos a nosotros mismos y a los demás.
Antes de todo, es importante ser conscientes de que no existe correlación entre el coeficiente intelectual y el coeficiente emocional. Se puede ser un genio y “suspender” en emociones. Y al contrario, se puede ser un estudiante mediocre y llevar una vida emocional plena. Claro está, son dos ejemplos extremos.
A continuación, presentamos las ventajas que supondría potenciar la inteligencia emocional en los jóvenes. Para ello, vamos a presentar una serie de hábitos que definen a las personas con alto desarrollo de inteligencia emocional. Hemos hecho una selección de las principales cualidades.
Nueve hábitos que demuestran inteligencia emocional
Por todo lo expuesto en este post, consideramos que es necesario llevar la inteligencia emocional a las aulas. Hemos visto cómo la inteligencia emocional va ligada a la madurez por lo que sería beneficiosa trabajar especialmente en la etapa adolescente. Una etapa que se caracteriza, no solo por el surgimiento de cambios físicos, sino también por la aparición de cambios de conducta y de la concepción del mundo que les rodea. A esto debemos añadir que es un momento de gran vulnerabilidad y dar unas pautas para desarrollar la inteligencia emocional será deseable. Les proporcionará firmeza, autoestima y confianza ante la vida.
El objetivo de este post no es definir qué es la inteligencia emocional que ya hemos estudiado en el curso sino centrarnos en los hábitos de las personas con un alto coeficiente emocional. De este modo, podremos ver las cualidades que podrían alcanzar nuestros estudiantes y las ventajas que tendría incluir la inteligencia emocional en el ámbito educativo.
Los sentimientos y emociones en nuestra vida cotidiana juegan un papel relevante en decisiones importantes de nuestra vida. Influyen en nuestros éxitos o fracasos así como en los cambios que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Así, podemos afirmar que las emociones dirigen nuestras decisiones y todo esto ocurre sin ser realmente conscientes de ello.
Por lo general, a las personas les cuesta tratar temas abstractos y el campo de los sentimientos es uno de ellos. No es fácil mirarse a sí mismo y llegar a conocerse. Identificar las emociones y sentimientos y ser capaz de expresarlos en palabras es una tarea ardua. Si se trata de un asunto complejo en el mundo de los adultos, imaginémonos en los adolescentes. Sin duda alguna, es un campo poco explorado y consideramos que podría resultar interesante y provechoso ser capaces de potenciar el reconocimiento y control de estas emociones. De esta manera, sería beneficioso llevarlo a la práctica en las escuelas con el fin de aprender desde pequeños a hablar de sentimientos y emociones, lo que nos conduce a llegar a conocernos a nosotros mismos y a los demás.
Antes de todo, es importante ser conscientes de que no existe correlación entre el coeficiente intelectual y el coeficiente emocional. Se puede ser un genio y “suspender” en emociones. Y al contrario, se puede ser un estudiante mediocre y llevar una vida emocional plena. Claro está, son dos ejemplos extremos.
A continuación, presentamos las ventajas que supondría potenciar la inteligencia emocional en los jóvenes. Para ello, vamos a presentar una serie de hábitos que definen a las personas con alto desarrollo de inteligencia emocional. Hemos hecho una selección de las principales cualidades.
Nueve hábitos que demuestran inteligencia emocional
- Identificación y expresión de sus sentimientos: Las personas con alto coeficiente emocional disponen de un vocabulario amplio para hablar de un tema abstracto y complejo como es el de las emociones. Con el desarrollo de la expresión emocional obtendrán un mayor control. Esto permitirá que sean dueños de sus sentimientos. No solo acabarán consiguiendo expresarlos con facilidad sino que se verán capaces de identificar y entender los sentimientos en otras personas potenciando de esta manera la empatía.
- Fortaleza y confianza: las personas con alto coeficiente emocional destacan por su fortaleza y firmeza ante comentarios ajenos. No llevan los comentarios al terreno personal. Al contrario, adoptan una actitud que les permite no verse afectados por comentarios negativos cuyo único fin es hacer daño. Por otro lado, sí aprecian positivamente y muestran interés por toda crítica constructiva. Este rasgo es sin duda una señal de madurez de la persona.
- Su actitud ante el error: las personas inteligentes emocionalmente se caracterizan por una actitud diferente ante el error. Más que una visión negativa, llegan a tener una visión positiva dado que el error es considerado un elemento clave en el aprendizaje de las personas. Sin error, no hay aprendizaje. Esta visión positiva y provechosa del error hace que las personas entiendan y acepten sus errores con mayor facilidad. Así, estamos potenciando la humildad y la sinceridad. En el aula, conseguiríamos así que nuestros estudiantes comprendiesen sus errores y los aceptasen.
- Aceptación de sus limitaciones: Son personas más realistas. Saben que la perfección no existe. Las expectativas son más realistas y, por tanto, hay más posibilidad de alcanzar el éxito y evitar sentimientos de frustración, decepción y fracaso.
- Aprecio por lo que tienen: También, tenderán a valorar su situación actual. Dan valor a las experiencias que la vida les ha aportado y a todo lo que han conseguido, en lugar de pensar en todo lo que no tienen. Evitando así, ese sentimiento de frustración antes mencionado.
- Reconocimiento de personas tóxicas: Como hemos visto en el punto primero, al potenciar su capacidad de reconocimiento de sentimientos propios y ajenos estamos desarrollando que sean capaces de identificar a sujetos tóxicos y tomar la decisión de mantenerse alejados de ellos. Personas con bajo coeficiente emocional pueden estar acompañadas de personas que a diario les proporcionan inputs negativos y una visión negativa de la vida pero no son capaces de tomar la decisión de apartarse de estas personas.
- Conocimiento de sí mismo: esto les permite conocer sus fortalezas y sus debilidades, sus virtudes y sus defectos. Si se alcanza este punto, es posible tomar medidas e intentar cambiarse a sí mismos, de mejorar. No les asustan los cambios. Entienden la vida como un camino donde se producen cambios constantemente y se tiene una actitud positiva ante esta incertidumbre. Los cambios que se van produciendo les permite seguir creciendo como personas.
- Dueños de su tiempo y energía: Las personas inteligentes emocionalmente son capaces de gestionar su tiempo estableciendo horarios, definiendo objetivos y marcando las tareas. Son personas más organizadas y más resolutivas. Dirigen su energía a aquello en lo que tienen interés y les gusta.
- Saber decir No: Ligada a todos los puntos anteriores, las personas con alta inteligencia emocional que han alcanzado una madurez saben defender sus ideas y no verse arrastradas por otras personas en cosas que no quieren hacer. Decir No supone expresar un sentimiento que, por lo general, difiere del resto del grupo. Por este motivo, es un tema tan complejo. Por ello, en este punto vemos un poco de todas las características: expresar sentimientos, no verse afectado por comentarios negativos, alejarse de personas negativas...La madurez, en términos generales.
Por todo lo expuesto en este post, consideramos que es necesario llevar la inteligencia emocional a las aulas. Hemos visto cómo la inteligencia emocional va ligada a la madurez por lo que sería beneficiosa trabajar especialmente en la etapa adolescente. Una etapa que se caracteriza, no solo por el surgimiento de cambios físicos, sino también por la aparición de cambios de conducta y de la concepción del mundo que les rodea. A esto debemos añadir que es un momento de gran vulnerabilidad y dar unas pautas para desarrollar la inteligencia emocional será deseable. Les proporcionará firmeza, autoestima y confianza ante la vida.